
Entrevista a Margoth Nicasio, organizadora de la exposición “El secreto de Carlo Acutis” en Bolivia

Fuente: Razón+Fe
La curadora nos contó más detalles sobre el trasfondo de esta exposición acerca del joven beato realizada en Bolivia
Razón+Fe consiguió una entrevista exclusiva con la Arq. Margoth Nicasio, curadora de la exposición sobre el beato Carlo Acutis realizada entre septiembre y octubre del presente año en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Hablamos sobre el significado del evento y todos los desafíos que involucró, así como también las entidades que apoyaron su realización.

_¿Cómo evalúa la exposición en general?
R.- Excelente. Me es una sorpresa la respuesta que ha tenido. Pensaba que, tal vez, la respuesta no sería mucha, debido a que es un tema religioso y estaba en un lugar público. A veces, hay cierto recelo por el tema religioso. Creo que la imagen de Carlo Acutis, al promoverlo no como un santo, sino como un muchacho, un joven más [del] que contamos su vida, ha ayudado a que la gente empatizara mucho y se diera a conocer muy rápido que la exposición estaba en la Casa de la Cultura. Ha ido gente de todo tipo. La gente ha hablado de la exposición por todos lados, o sea, [que] ha tenido mucho alcance; creo también porque ha estado en la Casa de la Cultura, en el centro de la ciudad, que era accesible para todos, para algunos que ya seguro conocían a Carlo y para otros tantos que no tenían idea y de algunos curiosos tal vez que habrán ido. Los frutos de todo esto y cuánta gente habrán ido… los sabremos en el cielo.
_¿Por qué Carlo Acutis?
R.- Una vez, almorzaba con unos amigos, un amigo sacerdote y un amigo diácono. Muy amigos míos, los quiero mucho. Y este amigo diácono nos preguntó a los dos: ¿a quién, quisieran ver primero cuando lleguen al cielo, y qué le quisieran preguntar? Y este amigo sacerdote, no me acuerdo bien qué dijo, creo que dijo “José”. Y después, este amigo diácono refutaba y decía “no, a un santo”, o sea, “ya sabemos que a Jesús, la Virgen María y José”. Entonces, yo respondí y le decía “a Carlo Acutis”. Y este amigo después me dice “¿y por qué?”. Y yo, en el cielo, le quisiera haber preguntado a Carlo “¿por qué?, ¿por qué a mí?”. Al revés. Y en estos días, como en la celebración que hubo este 12 en honor de su memoria, contaba una pequeña anécdota de que yo me quejaba con Dios y, realmente, le reclamaba y le decía: “Señor, es que yo no puedo ser santa simplemente siendo bautizada”. Y Dios me dio la respuesta días después: “A través de conocer la vida de Carlo Acutis”, que era un joven, muchacho, que se había santificado en la vida ordinaria, y que justamente era un simple bautizado que llegó al cielo. Entonces, diría que ¿por qué?, porque Dios lo quiso así: porque era el amigo que yo necesitaba en mi vida; es el que Dios escogió en su misericordia para mí. Realmente, la respuesta de mi oración no la pude haber imaginado nunca, y Dios me dio esa respuesta a través de la vida de Carlo Acutis. Desde esa vez, Carlo me empezó a “buscar”, y somos muy amigos. Podría contar muchas anécdotas… diría que esa es la razón.
_¿Cuándo y cómo empezó a planificarse este proyecto?
R.- El proyecto, como tal como se conoce ahora, nunca se pensó así. Todo empezó Navidad del 2022, una amiga que vive en Estados Unidos… Ella había visto allá la exposición de los milagros eucarísticos que todo el mundo la ve montada en internet, y está ahí, es un trabajo de Carlo propiamente. Me dijo ella: “¿Por qué no hacemos la exposición de los milagros eucarísticos en Santa Cruz? Yo estoy yendo allá a visitar a mis papás, y podemos hacerla”. Entonces busqué un lugar para hacerla. Visualizaba la exposición en un salón que había visto antes en la capilla de Equipetrol, le pedí al padre, que en ese momento era el padre Guillermo Gándara. El padre tenía una simpatía y un carisma muy particular… que dijo que sí, por supuesto. Ahí empezó todo. Cuando lo llamé y le pedí el lugar, me dijo él: “¿Por qué no hacés una exposición de la vida de Carlo como tal?”. Y yo le dije: “Padre, es que no existe una exposición de la vida de Carlo Acutis”. Y me dijo él: “Pero inventátela, ¿no?, o hacela”. Y ahí fue que empecé a rayar, diseñar y demás, en base a un libro que se llama El secreto de mi hijo, de la señora Salzano, lo tenía en italiano. Ya que un sacerdote que me acompañaba lo consiguió, entonces cuando el padre Guillermo me propuso esto, empecé a diseñar la exposición desde este libro. Lo transcribía, hasta que esta amiga después llegó y tenía el libro en español.
Al principio, la idea de la exposición de los milagros eucarísticos era montarla para Navidad y Reyes de ese año, entre el 2022 y 2023. Pero después, cuando se dio la idea de hacer la vida de Carlo, se pensó para cuaresma del 2023. Esa era la idea inicial, en ningún momento pensé que pasada esa fecha la exposición continuaría, pero Dios tenía otro plan y aquí estamos casi dos años después. Es una locura lo que Dios se inventó: es algo que Él quiso, es algo que Él quiere y aquí estamos.
_¿Cuáles fueron los mayores retos de realizar esta exposición?
R.- Yo diría que… mi tiempo personal. Realmente, ha sido un desafío intentar equilibrar mi trabajo personal con la exposición. La exposición es un trabajo voluntario. Como en ningún momento se pensó, y peor yo, nunca imaginé que iba a hacerse tan grande y que los obispos, que son nuestra máxima autoridad, la iban a recibir tan bien, se iba a mover tanto. No tenía ni idea. Creo que equilibrar eso ha sido el desafío más grande personalmente. Todo lo demás ha sido muy providencial. Es que realmente, los contactos no los he buscado yo: han llegado. La alcaldía nos ha buscado para participar y de más, y darnos el espacio. Otras parroquias también nos han contactado y han llevado la exposición, también colegios. El dinero: ha llegado donación de varias formas. El proyecto se ha sostenido porque Dios quiso y Dios lo quiere realmente.
_¿Hubo críticas de algunas personas a esta exposición?
R.- La verdad que no, para nada. Ha sido muy bien recibida. Tampoco es algo que esperaba que se iba a hacer tan grande. Si ha seguido la exposición es porque Dios ha querido y la gente ha querido: por eso es que hay mucho apoyo y se mueven. Hasta la fecha, no ha habido críticas de ningún tipo, de momento.
_¿Qué tipo de apoyo ha recibido ud. de algunas instituciones para este proyecto?
R.- De la alcaldía, la apertura a recibir la exposición en sus espacios gratuitamente. Claro que esto es así para todos los artistas, es algo gratuito. De parte de los obispos, el apoyo para que el proyecto siga siempre, como su “visto bueno”, y particularmente, monseñor Sergio, que es el arzobispo emérito de nuestra ciudad, tiene mucha sintonía con Carlo y le gusta mucho el proyecto. Ayuda económica de ninguna institución, no recibo nada. La capilla, ahora es parroquia Sagrado Corazón de María, sí nos ayuda económicamente cuando se necesita, cuando no se consigue, a través de donaciones. Pero después, de ningún tipo. Más que nada, es un trabajo voluntario junto con las personas que, en sus distintas versiones Dios provee para que su obra siga.
_¿Se tiene prevista alguna exposición parecida a futuro?
R.- Me lo he planteado mucho. Por ejemplo, promover la santidad de varios santos “modernos”, por decirlo así: Sandra Sabattini; hay varios chicos, creo, en Brasil; uno recién, que está en proceso de canonización, de España. Creo que es momento de decirle a la gente que puede ser santa ahora. Es realmente algo tan nuevo, y te interpela mucho. Vamos madurando qué quiere Dios de todo esto, y veremos qué dice Él. De que quiere algo, seguro; eso está más que claro. Todo ha sido providencial de parte de Él.
_¿Qué nos puede contar sobre ud.?
R.- Mi nombre es Margoth Nicasio. Soy arquitecta de profesión. Tengo 30 años. Nací en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia; también vivo acá actualmente. Estudié en un colegio de convenio: Fe y Alegría. Después, estudié en la Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA), la licenciatura de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Después, hice un Diplomado en Educación Superior. Actualmente, estoy cursando una Maestría en Ciencias de la Familia en la Universidad Pontificia Teológica Juan Pablo II de Roma; yo la estoy cursando en su sección México, a través de la Anáhuac.
Mis padres migraron a Santa Cruz muy pequeños, adolescentes, y desde ahí viven acá, vienen de la zona occidental del país. Ellos viven en Santa Cruz más de 45 años. [En] mi familia, somos cuatro. Desde pequeñas, mi mamá nos ha exigido mucho ser buenas hijas, buenas estudiantes, y creo que, gracias a ese compromiso de mi madre, es que en ningún momento nos hemos desviado de nada. Mi familia no es tan practicante, pero la exigencia de mi mamá y el anhelo de ella, de que seamos mejores que ellos, ha ayudado a que la exigencia con nosotras, de alguna forma, ayudara a seguir los principios y valores más allá de lo que sea. No ha sido difícil, al menos para mí, conocer a Dios y seguir sus mandamientos, sus consejos, su palabra, y acompañarlo, porque gracias a lo que mi mamá nos ha dado y nos ha exigido, se ha podido esto.
Estudiaba mucho en el colegio; en la universidad también, en una profesión que me gusta mucho. Me apasiona el diseño; me encanta. Encontrar la belleza de Dios detrás de la arquitectura es algo que me parece hermosísimo. He trabajado en general en el área de diseño.
Viajé recientemente a México, al principio de este año; estuve un mes allá, y ahí fue que conocí el Instituto Pontificio Teológico Juan Pablo II, con sección México en la Anáhuac. A través de un encuentro más con el Señor en un retiro de la Teología del Cuerpo, fue que nació la idea de cursar la maestría en Ciencias de la Familia. La estoy cursando ahora y siento que es una forma de poder profundizar los lineamientos que tengo con mi profesión.
Si bien arquitectura, es algo bien inerte, porque son casas, edificios, etc… A mí, me gustaría mucho especializarme en viviendas. Y con la maestría, siento que fusiona muy bien, porque me encantaría hablar mucho desde la familia y cómo la familia se desenvuelve en una vivienda. Los espacios que uno crea, como arquitecto, no simplemente son espacios muertos, sino que se crean para una familia, personas. Y recordar esto a la gente, que son personas, es lo que más deseo. Entonces, a través del conocimiento técnico que pueda tener con mi profesión, y todo lo que pueda estar aprendiendo y profundizando a través de esta maestría, siento que hace una fusión muy bonita donde se puede hablar de arquitectura a través de un concepto familiar. Y desde ahí, hacer mucho apostolado.
Galería de fotos de la exposición
Fotografías propias tomadas el sábado, 12 de octubre de 2024, último día de la exposición, en la Casa de la Cultura de Santa Cruz de la Sierra.











