
Expertos afirman que la bajada del dólar paralelo a cerca de Bs 13 fue temporal, el riesgo estructural persiste

Fuente: Economy
La reciente caída del dólar paralelo a Bs 13 generó alivio temporal en algunos sectores, pero expertos advierten que la baja es coyuntural, impulsada por expectativas políticas, regulación sobre criptoactivos y una inyección momentánea de liquidez externa. Sin reformas estructurales, el repunte del tipo de cambio es inevitable.
La caída abrupta del dólar paralelo en Bolivia, que pasó de cotizarse alrededor de Bs 16 por unidad a casi Bs 13 este martes 2 de julio, sorprendió a la población. Este descenso de más del 18% en cuestión de días se da en un contexto de incertidumbre económica, donde el tipo de cambio oficial se mantiene inalterable en Bs 6,96 desde 2011 y el mercado informal se había convertido en un termómetro de las tensiones cambiarias.
¿Es este el inicio de una recuperación económica? ¿Podría la caída del paralelo aliviar los precios y la presión inflacionaria? Tres especialistas coinciden: la baja tiene causas temporales y no representa una solución de fondo.
Un fenómeno impulsado por tres factores
Para Alejandro Berrendero, experto en criptomonedas, la caída se debe principalmente a tres factores. Primero, la inminente entrada en vigor de una norma que regula las plataformas P2P, prevista para el este 3 de julio, lo que generó una ola de ventas de dólares digitales como USDT (Tether), aumentando la oferta y provocando una caída en la cotización.
Segundo, la llegada de recursos en divisas, producto de préstamos internacionales gestionados por el Gobierno, que está inyectando liquidez al mercado, reduciendo temporalmente la presión sobre el dólar paralelo.
Y tercero, lo más importante: las expectativas políticas. “El mercado actúa con base en percepción. Hay actores grandes que están bajando el dólar intencionalmente para recomprar barato. Luego veremos otro repunte. Es un juego especulativo”, afirmó Berrendero.
Expectativas versus fundamentos
Desde una perspectiva macroeconómica, Claudia Pacheco, presidenta del Colegio de Economistas de Santa Cruz, advirtió que la situación no ha cambiado estructuralmente. La caída del dólar paralelo genera un espejismo de estabilidad, pero no hay fundamentos que mantengan una apreciación sostenida del boliviano.
“La gente cree que la economía va a mejorar, ya sea por las próximas elecciones o que se estabilizará el Gobierno. Esa expectativa lleva a que vendan dólares para tener bolivianos y aprovechar precios. Pero sin reservas, sin inversión extranjera y sin políticas fiscales claras, esta baja no es sostenible”, señaló Pacheco.
Agregó que esta baja no tendrá un efecto inmediato en los precios de bienes importados, ya que las compras anteriores se hicieron con dólares caros. “El impacto en la inflación será marginal, al menos en el corto plazo”.
Riesgo latente
Walter Morales, economista y docente universitario, fue más radical en su postura: “Esto es una burbuja especulativa. Habrá rebotes y mucha volatilidad”. A su criterio, la falta de confianza en las instituciones, especialmente en el Banco Central de Bolivia (BCB), el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Gobierno central, profundiza la incertidumbre, y eso genera un mercado altamente sensible a rumores y movimientos políticos.
Para Morales, sin un plan serio de reactivación, diversificación productiva y atracción de inversión extranjera, lo que se avecina es una profundización del problema cambiario: “Estamos financiando el déficit con emisión monetaria, no hay dólares suficientes y seguimos subsidiando los combustibles sin ajustes. A esto se suma una economía informal desbordada y una falta de articulación entre sectores públicos y privados”, puntualizó.
Además, denunció que en los mercados físicos de compra y venta de dólares, “los márgenes de ganancia son absurdos”, lo que distorsiona aún más el verdadero valor del tipo de cambio paralelo.
¿Y ahora qué?
Los tres expertos coinciden en que la caída del dólar paralelo no es el inicio de una recuperación estructural, sino un momento de pausa dentro de una tendencia ascendente. Si no se modifican las bases fiscales, si no se restablece la confianza institucional ni se da certeza a los mercados, el dólar paralelo volverá a subir.
