
Insólito: guardería británica suspende a niño de tres años por ‘transfobia’

Fuente: Razón+Fe
¿Qué pasa en el Reino Unido? Cada vez son más absurdas y desconcertantes las noticias provenientes de esta región, que denotan cómo allí se vive ahora en el mundo al revés…
Esta vez, se trata de un caso sin precedentes que ha sacudido el sistema educativo británico: una guardería estatal ha suspendido a un niño de entre dos y cuatro años acusado de «transfobia» u «homofobia», según datos del Departamento de Educación obtenidos por el periódico The Telegraph luego de una solicitud de libertad de información.
Este incidente, que podría parecer extraído de una sátira, representa la más reciente manifestación de una tendencia preocupante en las instituciones educativas del Reino Unido. Los datos oficiales revelan que 94 alumnos de escuelas primarias estatales fueron suspendidos o expulsados permanentemente por comportamientos calificados como homofóbicos o transfóbicos durante el período académico 2022/2023. De estos casos, diez estudiantes pertenecían al primer año y tres al segundo año, donde la edad máxima es de siete años.
Las estadísticas muestran un incremento significativo en este tipo de medidas ‘disciplinarias’. En el período otoñal de 2023, 82 alumnos fueron suspendidos por motivos similares. Desde que se comenzó a recopilar esta información en el año académico 2020/21, el número de estudiantes suspendidos o expulsados por ‘comportamiento homofóbico o transfóbico’ aumentó de 164 en 2021/22 a 178 en 2022/23. En general, las suspensiones han aumentado un 41% y las expulsiones permanentes un tercio.
La respuesta oficial del Departamento de Educación ha sido genérica, evitando abordar directamente el caso del niño pequeño. Un portavoz declaró: «Todos los alumnos y el personal deben sentirse seguros y protegidos en la escuela y nunca deben enfrentar violencia o abuso«. Por su parte, el portavoz del Primer Ministro Keir Starmer indicó que, si bien «no apoyaría ese tipo de medidas», no podía comentar sobre el caso específico.
La reconocida autora J.K. Rowling expresó su indignación en la red social X:
«Esto es una locura totalitaria. Si crees que los niños pequeños deben ser castigados por ser capaces de reconocer el sexo, eres un fanático peligroso que no debería estar cerca de los niños ni en ninguna posición de autoridad sobre ellos«. Elon Musk respondió a este comentario calificando el hecho como «¡completa locura!».
El parlamentario Rupert Lowe se sumó a las críticas, argumentando que cualquier profesor responsable de suspender a un niño pequeño por «transfobia» debería ser despedido, instando a mantener esta «ideología woke» fuera de las escuelas y lejos de los niños impresionables.
Hasta la misma organización “Transgender Trend” señaló que suspender a niños pequeños por «transfobia» constituye un ejemplo de abuso emocional, destacando que los niños de esta edad no pueden comprender por qué están siendo castigados, ya que está más allá de su nivel de desarrollo.
Este caso, junto con los cientos documentados en los datos obtenidos por The Telegraph, evidencia que, a pesar de victorias significativas contra la ideología de género -incluyendo casos legales de alto perfil, la Revisión Cass y la prohibición gubernamental permanente de bloqueadores de pubertad para menores- los activistas trans mantienen una influencia considerable en las instituciones occidentales.
La posición de la Iglesia Católica enfatiza la importancia de respetar la dignidad inherente de cada persona, dejando muy claro que no se puede crear una categoría como “género”, que prescinde de la realidad antropológica y del dato propio y específico del sexo biológico. El Vaticano ha publicado documentos que subrayan la importancia de aceptar el cuerpo como un don de Dios y advierte contra las ideologías que pregonan una mal llamada ‘identidad de género’ sin referencia objetiva alguna al sexo biológico, especialmente en la educación de los niños.
