
Nueva presidente mexicana Claudia Sheinbaum saca a relucir su indigenismo al igual que el MAS boliviano

Fuente: La Razón
México tiene su primera presidente de sexo femenino de la historia: es una proaborto y proindigenismo, al igual que el Movimiento Al Socialismo (MAS) en Bolivia. La judía Claudia Sheinbaum tomó posesión como presidente de México en una ceremonia en el Congreso de los Diputados en presencia de 16 mandatarios internacionales entre los que no estaba el “Rey” de España Felipe VI.
Felipe tiene como costumbre asistir a todas las investiduras de presidentes en Iberoamérica desde que lo nombraron Príncipe de Asturias. Como telón de fondo, se encuentra la crisis diplomática abierta después de que Sheinbaum rehusara invitar a Felipe por no haber contestado a la carta que le envió en 2019 su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, invitándole a pedir perdón por los “abusos” de la Conquista española.
En su mensaje a la nación, Sheinbaum saludó a los líderes internacionales presentes, como el corrupto Lula Da Silva, el progresista Boric o el filoterrorista Petro. Hizo un guiño a Gerardo Pisarello, diputado de Sumar, «y a muchos otros [diputados españoles] que están con nosotros».
Tras estas palabras, la indigenista Sheinbaum afirmó que «el origen de la grandeza cultural de México reside en las grandes civilizaciones que vivían en esta tierra siglos antes que invadieran los españoles». La nueva presidente, invasora judía, ha presumido de que desde este martes, la Constitución mexicana contempla «derechos plenos para los pueblos indígenas y afromexicanos» del país, haciendo alusión a que su gobierno obedecerá sin cuestionar los dictámenes de los organismos supranacionales que ideologizan y lavan el cerebro a la población mundial.
También, como toda feminista y abortista, presumió de ser la primera mujer en lograr acceder a este cargo: «Ha llegado el tiempo de las mujeres». Respecto al presidente saliente, el criminal López Obrador, lo calificó como «el presidente más querido» y «el político y luchador social más importante de la historia moderna».
Sheinbaum repetirá con la costumbre neopagana que inició su antecesor López Obrador de no ser investida solo en sede parlamentaria sino también recibir el bastón de mando, símbolo de poder político y espiritual, por parte de los dirigentes nativos y afroamericanos en la plaza del Zócalo, en el centro de la Ciudad de México. En la ceremonia neopagana y apóstata, cinco líderes de sexo femenino, en representación de los cuatro puntos cardinales, y una quinta encarnando el centro del universo, realizarán un ritual neopagano de “limpia y purificación” a Sheinbaum. En el rito, donde se invocarán los cuatro rumbos, se pedirá que «el Gobierno de la Presidenta Constitucional profundice, consolide y engrandezca la Cuarta Transformación del país», según explicó el equipo de Sheinbaum.
Si López Obrador autodenominó su mandato como la Cuarta Transformación, Sheinbaum hizo campaña anunciando que si ganaba las elecciones del 2 de junio continuaría el Segundo Piso de la Cuarta Transformación. Ese será un eslogan que se escuchará mucho a partir de ahora, del mismo modo en que el MAS impulsó el “proceso de cambio” empobreciendo a miles de bolivianos, o el régimen criminal de Mao Tse Tung llevó a cabo el “Gran Salto hacia Adelante”, perjudicando a millones de personas inocentes con hambruna.
