Francia reconoce el genocidio de los cristianos asirio-caldeos
Fuente: FSSPX
Francia ha reconocido que, entre 1915 y 1918, 250.000 cristianos fueron ejecutados por el Imperio Otomano. El genocidio tuvo lugar desde Cilicia hasta el este de Anatolia, pasando por la provincia de Mosul o Azerbaiyán persa.
El 8 de febrero de 2024, el Senado adoptó la resolución –presentada por Bruno Retailleau y Valérie Boyer– destinada a que el Estado francés reconociera la tragedia que tuvo como resultado la eliminación de la mitad de la comunidad asirio-caldea. Entre 1915 y 1918, más de 250.000 de ellos murieron a manos de los otomanos, los irregulares kurdos y otros grupos étnicos.
Las masacres estuvieron acompañadas de una vasta empresa de damnatio memoriae: se destruyeron monumentos históricos, se profanaron iglesias y cementerios, se demolieron escuelas y se quemaron bibliotecas.
Los asirio-caldeos hablan y escriben una lengua siríaca cercana al arameo. Forman una Iglesia oriental autocéfala que ha estado separada de Roma desde el siglo V.
El dominico francés Hyacinthe Simon (1867-1922), testigo de las masacres de Mardin, escribió en un informe entregado a sus superiores en 1919: “La fuente no estaba en nuestras montañas, sino en la capital; y negaré la existencia del sol antes que la verdad de este axioma: Los Jóvenes Turcos de Constantinopla masacraron a los cristianos de Turquía”.
P. Jacques Réthoré, O.P., también estaba presente en Mardin en ese momento. En su memorando –enviado a sus superiores en 1920– culpaba a las autoridades otomanas en estos términos: “Estos ministros de Constantinopla han decretado las masacres, estos altos funcionarios han aceptado la misión de llevarlas a cabo”.
Así, el 29 de abril de 2024, la Asamblea Nacional se pronunció sobre este crimen desenterrado del basurero de la historia. El texto sometido a votación es una resolución “sobre el reconocimiento y la condena de las persecuciones de los asirio-caldeos de 1915”, aprobada conjuntamente por el presidente del grupo Renacimiento, Sylvain Maillard, y por Anne-Laure Blin, del grupo Les Républicains.
La resolución fue adoptada. Cabe señalar que el texto no tiene fuerza de ley para el ejecutivo, que está “invitado a reconocer oficialmente el exterminio masivo” de los asirio-caldeos.